Desde que tengo memoria, siempre en mi casa ha existido una relación con el cine y la televisión. El hecho de que mi padre fuera camarógrafo ayudó a involucrarme con la cámara de video y toda la parte de producción televisiva.
Empecé a ver la cámara como herramienta fundamental para captar la realidad o varias realidades para manipularla.
La relación con los objetos también ha sido fundamental para mí. Escogía los objetos de mi cotidianidad y por ende fui formando un trabajo autobiográfico.
Aproximadamente hace cuatro años empecé a interesarme por la filosofía oriental, específicamente la hinduista. Allí comencé a indagar sobre el ser, y los estados de conciencia que todos los seres vivos tenemos, y detrás de todo eso, estaba Dios. A raíz de todo esto, se fueron dando cambios a nivel de pensamiento y a su vez se fueron canalizando y aclarando ideas que venían rondando en mi cabeza, pero por falta de conocimiento no se habían concretado.
Todo esto me llevó a un estado de introspección y de visión de mundo muy diferente a lo que venia acostumbrada en occidente, y mi trabajo empieza a relacionarse con la conciencia, los sueños, la percepción y los sentidos.
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